17 de diciembre de 2009

Qualytel Land Vol3

Cuando se acaba una relación lo normal es no quedar a bien. Eso me pasó a mi después de 8 años casi 9 con esta maravillosa empresa. Pocas cosas buenas puedo sacar de todo ese tiempo en Qualytel, la verdad... por que como empresa hay que reconocer que son un desastre. Yo no he estado en ninguna otra empresa de estas caracteristicas... pero vamos, no sé si se podrán hacer peor las cosas. Tenían una ... llamémoslo cualidad, que era que cuando la cagaban y uno creía que no podían superarse... iban y te sorprendían. Y era también digno de reseñar esa sorprendente y desaforada capacidad que tenían de elegir siempre la peor opción... no sé como lo hacían pero así era. Si había varias posibilidades siempre se escogía la mas absurda o la mas ridícula.


Algún día escribiré mis memorias y contaré todo aquello. Los que lo sufristeis conmigo ya sabeis a qué me refiero...


También he vivido cosas buenas allí... no nos engañemos... No quiero que esto parezca una carta de ex novio resentido... que había dias (por extraño que parezca) que estaba deseando ir a trabajar. Si, como lo leeis. Ya sé que suena raro, pero así es. Después de todo me casé con una chica de la plataforma... que mas puedo decir. De hecho de aquel turno salieron muchas parejas… Elías y Sara, María José y el segurata… un servidor… Iñigo y Laura… en fin, que pasábamos mucho tiempo juntos, supongo.



No puedo contar muchas aséndotas (Que decían Martes y 13) por que alguno de los protagonistas aún anda cogiendo llamadas, pero ya iremos recordando batallitas, no os preocupeis... Anda que no hay!


Estos dibujines que os traigo hoy los hice en el curro... cuando las mentes pensantes que teníamos por jefes tuvieron a bien sacarme del 70 y desterrarme a Televenta para que pudiera tocarme el higo con total libertad y alevosía. Allí nos mandaron a Jaime (Ronaldiño) y otro montón de indeseables a los que finalmente lograron largar en junio. (De regalo de cumpleaños). Por fin me echaron. A mi... que llegué a estar de apoyo y con corbata, que fuí al primero al que sancionaron 15 dias de empleo. (Que no de sueldo) No somos nadie...


Supongo que es cuestión de fama, pero no creo que yo trabajara peor que otros muchos que siguen allí tocando los eggs... pero bueno... la vida es así de dura y cruel. Que de recuerdos... a veces, cuando estoy sólo en casa y me pongo a recordar me parece que fue ayer cuando Alonso agredía a la máquina salvajemente para sacar comida gratis. O a alguien (De cuyo nombre no puedo acordarme) comiendo arroz tres delicias y alas de pollo en sala. O manchando de calamares en su tinta un teclado. O aquellas noches de hacer 20 casos y ponernos a jugar al futbol en el ordenador o a los bolos... Me acuerdo siempre de Elías...que iba ganando el partido y al final iban los negros, le metían dos goles y se ponía a dar voces...


Que de recuerdos. La verdad es que la mayoría ya estamos fuera... Elias, Sara, Javi, Marta, Albertito, Patri... pero pasar por Qualytel une para siempre. Somos hermanos en Qualytel. Es como ser de los marines. Si has sido del turno de noche de Qualytel, lo serás para siempre. Nos faltan los tatuajes.


Aún tengo amigos allí dentro y de corazón que les dure mucho, que la cosa está muy malita para encontrar curro ahora mismo... Os lo digo por propia experiencia. Iñigo, Pablo y Cristina, Fuen, Arancha, Isa, Sonia, Belén y Raul... en fin... un montón. Y Rachel, que también me acuerdo mucho de ella, como no. Y tantos y tantos otros. Por que eso si que es verdad, el maldito curro une. Sobre todo cuando estabas en el turno de noche... que no te quedaban mas huevos que arrejuntarte con los del propio turno por que teníamos unos horarios que eran dificiles de seguir. sobre todo si sales a las 8 de la mañana de currar y a las 9 estás borracho como una cuba en el Segundo. O ibamos directamente pedos a currar, que era otra opción. O bajo los efectos de las drogas... el día aquel que quisieron hacerme yonqui y que casi me muero en sala, que estaba malísimo, blanco como una pared y me hicieron ir a trabajar . ( Y no quiero acusar a nadie... pero está todo grabado en vídeo)

O aquel otro día que se les ocurrió darle a Alberto Vicente el regalo de Navidad (Que consistía en una enorme botella de vino tinto) cuando comenzaba su jornada de trabajo. Pongo en cursiva jornada de trabajo por que todos los que conocemos a Alberto sabemos que la definición que por regla general se tiene de este concepto no se asemejaba mucho a lo que él entendía y practicaba por jornada de trabajo. En su defensa diré que no era del todo culpa suya. Estaba tanto tiempo de baja que cuando se incorporaba la falta de práctica era la responsable de que no desarrollara sus funciones de la manera mas correcta y adecuada.


Y míralo ahora... de profesor. Madre mía. A dónde va España!


Y poco mas. A ver si mañana saco algo de tiempo y os cuelgo alguna fotillo o algun dibujillo mas, que tengo algunas muy divertidas del cumple de Elías cuando me vestí de Hitler y alguna otra graciosa que me encontré.
Besitos a todos.


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