20 de octubre de 2009

El imaginario del señor Gilliam

Soy un ferviente admirador de este americano loco desde que militaba entre un montón de británicos igual de dementes llamados Monty Phyton.
El regusto que me deja el trailer (espectácular) de su última ida de pinza... El imaginario del Doctor Parnaso, es que esta cinta es las de sus películas más off system. Lo que sí era asequible para todos los públicos con alguna reserva (Los hermanos Grimm, El rey pescador, 12 monos) es de un tiempo a esta parte (Brazil, Miedo y Asco en Las Vegas, Tideland) un pálido reflejo. Parece que no quiere acabar sus películas y por ello huye hacia delante hasta que el metraje se cae por su propio peso. J.K. Rowling manifestó en varias ocasiones que quería al americano de las camisas hawaianas para hacerse cargo de alguna de las adaptaciones de Harry Potter. La etiqueta de individuo de alto riesgo lo evitó. Por eso a nadie puede extrañarle que las pasara canutas para encontrar distribuidora en esta ocasión, tras la mala acogida de Tideland (Con el propio Gilliam llamando idiotas a los periodistas que se salían de la película en el Festival de San Sebastián) y a pesar de contar con el poderoso reclamo del finado Ledger.


Leo por ahí que va a VENIR A RODAR A SALAMANCA y Toledo su segundo asalto de el hombre que mató a Don Quijote. Mas le vale que sea así y no un rumor o voy a mosquearme mucho.

A todos los que os gusta el cine os recomiendo un documental fabuloso que se llama Lost in la Mancha...
La película ofrece una mirada única y profunda a la más dura realidad de hacer una película. Con dramas que van desde los conflictos personales a tormentas épicas, es la constatación grabada de la desintegración de un proyecto ambicioso y desmesurado. En Septiembre de 2000, cuando las cámaras empezaron a rodar la adaptación de Terry Gilliam de Don Quijote, la producción ya había tenido un pasado con altibajos, incluyendo diez años de desarrollo del proyecto, una serie de productores y dos intentos previos de empezar la película. Gilliam ya había conseguido la difícil tarea de financiar los 32 millones de dólares de presupuesto en Europa, una proeza que le daría libertad frente a las restricciones creativas de Hollywood. Al poco tiempo de empezar la producción llegó el desastre: inundaciones que destruyeron los decorados y dañaron los equipos de filmación. Localizaciones desastrosas, un actor principal que enferma seriamente; y en el sexto día de producción la película se hundió.

Únicamente después de que las cámaras hubieron parado de rodar, el documental continuó grabando. En la mayor tradición de las filmaciones de documentales, Lost in La Mancha captura todo el drama de esta historia a través de la cámara al hombro y entrevistas en el lugar y en el momento adecuado. Un lujo y un placer poder ver el cine desde dentro tan descarnadamente y ser testigos de como, inexorablemente, el sueño se convierte en pesadilla. No os lo podeis perder, de verdad.

Y el 23 de Octubre todos a ver El imaginario... que salen un montón de famosos y Tom Waits haciendo de el Diablo...

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